Pasaron dieciséis días de ensueño en una playa mexicana, Puerto Morelo cercana a Cancún. Él, Juan Darthés (44), actor y cantante, quiso tomarse una vacaciones con su mujer, María Leone (41), y sus dos hijos, Tomás (12) y Gianfranco (9), sin saber que el miércoles 29, a su regreso, los esperaba una noticia que los desconcertó y llenó de tristeza: Su imagen apareció en la tapa de una revista junto a Paula Robles, 41, ex mujer de Marcelo Tinelli, 49) bajo el título: ¿Son pareja? La nota decía que el romance se había gestado cuando ambos trabajaban en “Patito Feo”, la tira que emitió hasta finales del año pasado Ideas del Sur, en la que Juan era protagonista. En el texto aseguraban que ella había presenciado sus shows y había querido acompañarlo en la gira que realizaron con la tira por México.
Si bien Juan prefirió no darle demasiada trascendencia a lo sucedido, con el correr de los días la sorpresa dio paso a la bronca: “Esto es un disparate. Sobre todo lo que dicen que estamos en crisis. Creo que al ser una pareja tan sólida, es que podemos sobrellevar esta situación de la mejor manera, y tan unidos como siempre”, dice el actor en su casona de Nordelta, rodeado por su familia y un lago maravilloso que enmarca el atardecer.
Mientras los chicos escuchan atentos lo que dice su padre, preparan el velero para dar un paseo en familia ayudados por su madre. Para María es más difícil encontrar explicaciones. “Como Juan siento que es un disparate. Para mí es la mejor forma de explicarles a nuestros hijos cómo se arma una mentira, dice sin soltar las manos de su marido. Ellos son lo que más nos importa en toda esta historia. Me gustaría que los que fueron capaces de inventar esto, se retracten, lo aclaren. Por mis dos hijos y también por los de Paula (Francisco y Juana). Nosotros somos una familia tranquila. Juan es un chico más, nada complicado, sencillo, generoso. Es como un niño que se muestra tal cual es y está libre de toda maldad.”
—¿Por qué cree que surgió esta noticia?
—Trato de no pensar mal. Ni quiero pecar de ingenuo. Creo que es gente mal informada, que se equivocó. Lo quiero pensar así. No encuentro otra explicación. Con Paula trabajamos en “Patito Feo” y tuvimos una buena relación. Ella también se trataba con mi mujer y nos pareció una persona correctísima. Igual que Marcelo. Con él no tuve mucho trato, pero jamás un problema, incluso a pesar que terminamos la gira, tengo contrato con Ideas del Sur. Hace poco le dejé un mensaje en su celular agradeciéndole la oportunidad que me dio de trabajar en su productora.
—¿Habló con Paula después de todo esto?
—No. Hace 8 meses que no hablo con Paula. Desde que terminó la tira. Ella no vino con nosotros a la gira ni sé si quería venir. Pero no me extraña porque todo el elenco de Patito... la quiere, y viceversa. Es una persona muy respetuosa y respetada, de bajo perfil, tranquila. Pero jamás tuve nada con ella.
—Me imagino que habrán hablado mucho con María del tema...
—Muchísimo. Conversamos y tratamos de no ser rencorosos. Ella sabe lo que siento por ella y por mis hijos.
Hay una altura en la pareja en que con mirarnos nos entendemos. Nosotros somos muy de la casa, de los hijos. Nos admiramos mutuamente. María no es de ir al gimnasio, pero tiene un físico bárbaro. Nos encanta caminar juntos. Jamás nos aburrimos porque tenemos los mismos gustos.
—¿Como definiría lo que siente por ella y sus hijos?
—Son todo para mi. Son mi base. Mi vida. Nada tiene sentido sin ellos (los ojos se le humedecen). No podría ponerle a mi carrera toda la energía y las ganas que le pongo si no estuvieran ellos de por medio. Durante estos meses que pasaron preferí no hacer tiras para poder disfrutar un poco más a los chicos. Hice la gira y después armé estas vacaciones a México, porque tenía muchas ganas de compartir unos días a pleno con ellos. A todos nos encantó el lugar. Era un sitio soñado, con aguas transparentes y una comida riquísima. Nos comimos todo.
—Sin embargo se lo ve más delgado...
—Me cuido bastante. Había tantas cosas para comer que preferí no acercarme a los dulces. En el desayuno tomaba té con cereales de diferentes tipos. Al mediodía pasaba por alto el almuerzo y a la tarde volvía a tomar té o jugos. Durante la cena comía bien, pero elegía cosas sanas. Además, hicimos mucha actividad física bajo el sol aunque usamos muchísimo protector. Mi profesión me obliga a cuidarme y no me cuesta hacerlo, al contrario.
—Esta noticia, la de un supuesto romance entre usted y Paula Robles ¿lo deprimió, le quitó energías, le generó indignación?
—No. Soy muy creyente. Tengo mucha fe. No soy rencoroso. Trato de ver las cosas positivas y siento que soy un privilegiado por tener trabajo. “Patito...” fue un éxito no sólo en nuestro país sino en Latinoamérica. Anduvo muy bien. Tengo propuestas para hacer otra tira y la estoy evaluando. Además, estoy terminando mi último CD. Es el cuarto, donde mezclo murga, candombe, tango y melódico. Hay pequeños homenajes a Julio Sosa, Juan Carlos Baglieto, Manuel Wirtz. Incluso el título, “Promesas de amor”, es de una de sus canciones. Cuando me subo a un escenario y empiezo a cantar me olvido del mundo.
—Algunos opinan que hubo un tema económico de por medio, que tiene que ver con el divorcio entre Tinelli y su mujer, y que eso habría originado el rumor de romance entre usted y Paula Robles.
—No lo creo. De ninguna manera. Marcelo no haría tal cosa. Me parece demasiado ingenuo creer en eso. Las mentiras se desvanecen por si solas. Sigo pensando que hubo un mal entendido en todo esto.
—Su opinión parece ingenua, demasiado tranquila...
—Es que prefiero vivir así. Es mi manera. Antes de apagar la luz prefiero abrir la ventana para que entre el sol. En estos días cumplimos 16 años de casados con María, y estamos mejor que nunca. Muy unidos. Somos muy compañeros. En una pareja, todo es importante: la confianza, el sexo, la lealtad, el compañerismo. Todo eso lo encuentro en ella. Además, trabaja conmigo y me encanta que lo haga. Dios ha sido muy generoso conmigo. ¿Te parece que me puedo enojar o tener rencor por eso? Es algo muy chiquito comparado a todo lo lindo que me pasa en la vida. Hay chicos con hambre, miserias, enfermedades. Cuando tenía 5 años padecí tuberculosis y mi madre me alimentó tanto que en determinado momento engordé más de la cuenta. Sufrí mucho, sobre todo porque los demás chicos a esa edad son crueles con los comentarios, pero traté de no engancharme y salí adelante.
—¿Nunca pierde la serenidad?
—Jamás, a pesar de que tengo un largo camino recorrido. Tampoco pierdo la adrenalina. Creo que uno no debe descuidarse, aunque el paso del tiempo te dé cierta tranquilidad y respaldo. No hay que quedarse estancado cuando uno la tiene clara con respecto a lo que quiere para sí mismo. Yo amo la música y la actuación. No puedo separarlas.
—¿Incentiva a sus hijos para que sigan sus pasos?
—Gianfranco canta y toca el violín en el colegio; Tomy canta y toca el piano. Los estimulo porque estoy convencido de que les hace bien. En casa, la música no tiene géneros. Saben lo que yo hago, que trabajo con tangos clásicos, pero cantamos temas de Cold Play y también de Julio Sosa. Nos divertimos juntos, y eso es lo que realmente vale. No sólo cantando sino jugando al ping pong, a la pelota o saliendo a correr. Esa es mi mejor terapia. Correr, despejar la mente, recargar energías y salir adelante sin tener en cuenta lo malo...
Por Rebeca Peiró
